Gerb, en La Noguera, es uno de ellos. Un pueblo situado en el valle del Segre, a los pies del Barranco del Macip y rodeado por yeseras que ha requerido de actuaciones para evitar males mayores. iMuntanya ha llevado a cabo trabajos de emergencia para estabilizar una roca de grandes dimensiones que amenazaba con caer sobre varias edificaciones, lo que podría haber ocasionado graves daños a personas y viviendas.
A mediados del año 2021 se había llevado a cabo una estabilización de la Penya de l’Espígol en Gerb, La Noguera, con la instalación de barreras dinámicas, solución efectiva en grandes vertientes, y redes con anclajes. Durante el estudio del proyecto se detectó un potencial riesgo de caída de una roca de grandes dimensiones. El Ayuntamiento aprobó la instalación de unos sensores de GeoHazard Advisors para controlar el movimiento de la roca.
Dada la frecuencia de las alarmas, la Diputación de Lleida acreditó la urgencia de la actuación y el equipo de iMuntanya empezó los trabajos de emergencia para estabilizar el gran bloque. La primera actuación fue instalar mallas y anclajes en la parte superior de la roca para dar seguridad a los operarios y permitir la instalación de la máquina perforadora. Durante las obras se han mantenido los sensores en la roca con un sistema de alarma para avisar y permitir la evacuación segura del personal de la obra y de la decena de vecinos que viven al pie de la roca.
La dificultad de acceso a la zona de trabajo ha sido uno de los retos de esta obra y, por eso, se ha utilizado el helicóptero para transportar los materiales. Además, los trabajos han requerido de un procedimiento de actuación muy cuidadoso por parte del equipo técnico para minimizar las afectaciones a la estabilidad del bloque.
El equipo de operarios de iMuntanya que ha participado en las obras ha estado formado en técnicas de trabajos verticales especializadas y de complejidad. Asimismo, han utilizado maquinaria ligera de perforación con la que, batiendo nuestros récords, hemos llegado a los 30 metros de profundidad en varias de las más de 30 perforaciones que se han realizado. Éstas se han hecho con un sistema hidráulico en lugar del neumático, más habitual, y son el primer paso en la instalación de anclajes y mallas para atar la piedra al talud trasero. Adicionalmente, a algunos de los anclajes se les han dotado con una célula de carga para monitorizar los esfuerzos a lo largo del tiempo y se han instalado unos inclinómetros para un mejor control de la piedra.
En iMuntanya trabajamos para evitar accidentes y daños a infraestructuras, edificios o personas. Para ello, la prevención es la herramienta más útil.