Las líneas ferroviarias cuentan con diversos retos en su construcción y mantenimiento, particularmente sus condicionantes de trazado. Las vías de tren permiten un desnivel de entre el 1.5% y el 3% y esto supone que, cuando dicho trazado entra en zonas o terrenos con una orografía montañosa, se diseñan túneles, taludes o trincheras.
Ejemplos conocidos para salvar grandes desniveles, con un alto nivel de creatividad, son los túneles cremallera, para pendientes de hasta un 15%, o los funiculares, una solución mixta entre transporte por cable y ferroviario. Más específicos son diseños como el famoso Túnel del Cargol en la línea de FGC de Adif de Ripoll-Puigcerdà, un túnel helicoidal de 230 metros de radio que permite que en poco espacio el tren baje o suba una cota de 48,60 metros rápidamente. O la forma en que el tren de PeruRail acerca a los pasajeros de Cusco al Machu Picchu con «El Zig-Zag», una serie de cinco curvas que permiten salvar un desnivel de 400 metros en menos de 5km.
Pero cuando por las características del terreno no hay posibilidad de construir túneles, una de las opciones más habituales es la construcción de trincheras, dejando a uno o ambos lados del tren un talud. Algunas líneas, construidas a inicios o durante la primera mitad del siglo XX cuando las tecnologías constructivas no estaban tan desarrolladas y el movimiento de tierras y las excavaciones estaban más limitadas, crearon un conjunto de trincheras con gálibos muy reducidos y casi sin cunetas de guarda. En caso de desprendimientos de tierras o rocas los trenes en circulación se encuentran atrapados y el peligro de accidentes graves es mayor.

Instalación de mallas de protección y barreras contra desprendimientos superficiales de tierra, año 2020

Estabilización de talud con malla, año 2021
Para minimizar los riesgos geológicos, las actuaciones de protección empiezan durante la construcción del trazado de la línea ferroviaria. Antiguamente se utilizaban muros de mampostería como forma de proteger la cara del talud y así evitar la erosión y la meteorización de los materiales de la capa más superficial, pero actualmente hemos avanzado mucho en este campo. Ahora, con la ayuda de las nuevas tecnologías, aplicamos bulonados sistemáticos que superficialmente reparten los esfuerzos que transmite el terreno ya sea con soluciones flexibles de mallas de acero o más rígidas de proyección de hormigón. En los casos que los taludes o laderas sean de gran envergadura, utilizamos soluciones pasivas de intercepción de los desprendimientos de rocas como son las barreras dinámicas.

Trabajamos en horario nocturno con menor o nulo servicio de trenes en localizaciones con gálibos muy estrechos, año 2020

Uso de maquinaria ligera y adaptada para trabajar en entornos de acceso difícil, año 2020.
Nuestra especialidad en trabajos verticales y nuestros equipos de perforación adaptados a los taludes, nos permite ser muy ágiles y ofrecer, en vías ferroviarias con accesibilidad muy limitada o de compleja logística de acceso, soluciones técnicas flexibles y ligeras que permiten ofrecer un coste más reducido.
Además de la estabilización de taludes, contamos con los conocimientos y nuestro equipo está formado para llevar a cabo otros trabajos de geotecnia vertical en entornos de alta corrosividad como el marítimo y de instalación de infraestructuras en lugares de acceso reducido, como serían las escaleras de emergencia o sistemas de drenaje de funiculares.

Instalación de un andamio para reparaciones en un falso túnel en un acantilado, año 2020

En el año 2020 instalamos los 2180 peldaños de la escalera de emergencia del funicular de St Joan en Montserrat.